jueves, 13 de febrero de 2014

Don Lorenzo Suarez de Figueroa

Son los fríos muros del claustro de nuestra catedral, los que exhiben verticalmente la lauda sepulcral de una figura masculina, que de pie se presenta altanera frente al visitante que la observa.
Preciada obra, del primer Renacimiento italiano, traída a nuestra catedral por orden de nuestro protagonista
como lápida para el sepulcro que se había mandado construir en su capilla privada de la citada catedral.
¿Quien fué este personaje, del que aún no sabemos si su cuerpo llegó a reposar en la capilla que para él se construyó, o sigue enterrado en Italia ?
Muchas son las incógnitas que durante mucho tiempo han estado abiertas sobre este personaje, debido a la duplicidad de nombres en su arbol geanológico, pero los estudios de Don Francisco Tejada, han esclarecido totalmente su identidad.
Lauda Sepulcral (S.XVI)Fué Don Lorenzo, embajador de los Reyes Católicos en Roma  y Venecia. Hermano del segundo Conde de Feria y tío del escritor Garcilaso de la Vega, cuyo padre, fué hermano de don Lorenzo, quien adoptó los apellidos de la rama materna.
Casado con doña Isabel de Aguilar, dama de apellido ilustre que fundó en Badajoz el convento de San Onofre, situado en la calle Menacho, junto al de las monjas clarisas, y tristemente desaparecido durante los años 70 para dar apertura a la calle Mayor.
Personaje de gran influencia en la corte del Papa Alejandro VI, junto a su hermano don Garcí Laso de la Vega(padre del escritor),  fué también sobrino del Marqués de Santillana, y primo hermano de Jorje Manrique.
Parece ser que fué envenenado al poco tiempo de su llegada como embajador a Venecia, para ocupar el puesto de su hermano don Garcí, fué en ese momento cuando mandó elaborar su lápida.
Previamente había mandado construir una capilla en la nave del evangelio de la catedral, dedicada a nuestra Señora, para ser enterrado allí, pero no quiso el destino que muriera en su patria a pesar de que así se lo había pedido al  Rey, este permiso llegaría al momento de haber muerto, demasiado tarde.
Había pasado casi toda su vida fuera de España.
De su matrimonio con doña Isabel, no tuvo hijos, al menos no existen documentos, pero si tuvo dos hijos naturales, una hija, y un hijo.
Su hija, dona Leonor Laso de la Vega y Figueroa, fué la fundadora y Abadesa del monasterio de Santa Ana de nuestra ciudad.
Falleció don Lorenzo, el día seis de Marzo del año 1506, momentos después le llegaría el permiso concedido por el Rey para que pudiera volver a su tierra.
Nota: la información  está sacada, de los estudios de don Francisco Tejada Vizuete, publicada en la revista de teología y humanidades de la Archidiócesis de Mérida-Badajoz.

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